Mi primera experiencia en Armenia

Raphael Chivot

Vanves, Francia

¿Cuándo decidí que era el momento correcto de venir a Armenia por primera vez?

Tomé esta decisión a finales de 2017. Había recién completado mi licenciatura y me dí cuenta que quería trabajar por un tiempo antes de continuar mis estudios. Por ello, apliqué para Birthright Armenia.

Quería que la primera vez en Armenia fuera especial. No quería venir acá y visitar el país como un simple turista. Quería trabajar y tratar de dar mi aporte a la economía durante mi estadía. Durante mi juventud, no estaba realmente involucrado en la comunidad armenia. Sabía algunas palabras y expresiones en armenio (occidental), platos típicos armenios y claramente momentos claves de nuestra gran historia, pero eso era todo. Sin embargo, siempre estuve muy orgulloso de mi herencia armenia a pesar de que han pasado cuatro generaciones desde que mi familia y yo vivimos en la diáspora. Y este orgullo de ser armenio fue el factor determinante que me animó a venir a Armenia.

Llegué a Armenia el 2 de junio. ¡Fue justo luego que terminar la Revolución de Terciopelo! Instantáneamente, sentí que había un cambio dinámico en Armenia. Durante mi primera semana, asistí a las clases intensivas de idioma armenio (oriental) con otros cuatro voluntarios. Me hizo desarrollar mi armenio un montón, y es de ahí donde se inventó la nueva famosa expresión “Shad ayo” (es decir, “muchos sí”). Luego de esta semana, empecé a ser voluntario a tiempo completo para una nueva empresa fintech. El sector de la tecnología en Armenia está en auge y quería trabajar en este ambiente desafiante, lleno de oportunidades. Fue una experiencia enriquecedora, que me permitió aprender más sobre el ecosistema start-ups armenio.

No vine con ninguna expectativa. Fui con la mente abierta. ¡Y no me decepcionó! Esos momentos pasados con mi familia anfitrión, las clases de armenio (dos veces a la semana, con una gran profesora), los forums organizados en torno a tema relacionados con la economía y la política de la Armenia moderna o las excursiones organizadas para descubrir el país se convertirán en recuerdos maravillosos. Claramente, no puedo obligar mencionar todo esos momentos que pasé con los otros voluntarios, disfrutando la gran vida nocturna que Erevan te brinda.

Todos vivimos en diferentes países, diferentes continentes, pero nuestra herencia común nos une. Birthright Armenia también nos permite darnos cuenta de la extensión y el potencial de nuestra diáspora entera. También, estuve impresionada por la cantidad creciente de no armenios que se enamoran del país, la cultura y su gente. Esta experiencia me consoló en mis elecciones, especialmente el hecho de que quiero involucrarme más en Armenia.

¿Todavía te preguntas si deberías aplicar la solicitud? ¡No lo dudes más! ¿Será esta experiencia un viaje real de autodescubrimiento? ¡Temo que tengo que responder SHAD AYO!