shape-decore
blog inner top
arrow-left
12 Nov, 2018

Armenia, mi historia y yo

3 min

Maria Sol Mar Tabakian,

Buenos Aires, Argentina

Me bajé del avión, Buenos Aires otra vez. Mis ojos están llenos de paisajes interminables, algunos son nuevos, algunos son viejos. Las historias que se construyeron sobre los cuentos que crecí, los de mi abuela, los de mis padres, mi escuela.

Con ese antecedente, viajé algún tiempo atrás, como una turista más que estaba visitando un país legendario, llevando conmigo imágenes que habían sido dibujadas desde el inicio de mi vida.

Sin embargo, esta vez, cuando bajé del avión, sabía que iba a ser diferente. Al principio todo parece como siempre, el Ararad lejano pero magnífico, la pintoresca Cascada rodeada de pequeños cafés, la Ópera y la Avenida del Norte. Pero cuando el tiempo pasaba, mi perspectiva y percepción se iba modificando. Aunque en mi interior vive el mismo sentimiento de felicidad cuando llegué a Zvartnots, el tiempo cambió el sentimiento de pertenencia, haciéndolo diferente pero más comprometido. ¿Pero por qué? ¿En qué se diferencia de mi experiencia anterior?

Birthright Armenia te da la oportunidad de aprovechar al máximo tu tiempo en Armenia, no estás pensionado por horarios fijos o visitas predeterminadas. En esta ocasión, conocí personas fuera del camino ordinario, lo que me permitió un profundo y real aprendizaje de esta tierra. Una tierra que a mi modo de ver siempre fue parte de mis mayores, pero de ahora en adelante, iba a ser parte de mí.

Salgo de mi casa, miro el cielo. Es un día lindo, pero muy soleado. Me puse los lentes, sigo andando y doblé a la izquierda. Siento el sonido del viento susurrando por los árboles. Seguí caminando hasta llegar a la comisaría, levanto la cabeza y las montañas me saludan. Camino por la iglesia. De repente, siento como si esa ruta hubiera sido el viaje de mi vida.

Gyumri se convirtió en mi segunda casa: sus paisajes, su gente llena de alegría y bondad, sus crepúsculos, el cielo y la ciudad llena de historia y esperanza que de ahora en adelante me va a acompañar para siempre.

Estoy desconcertada porque a mi llegada a la ciudad estaba llena de prejuicios y miedo, ahora me voy con una valija de buenos recuerdos, pero triste porque tengo que despedirme y separarme.

Llego a la capital, Ereván me tiene embelesada, una sorpresa cada día: las noches llenas de vida, las danzas en Cascade, las sonrisas amistosas, las anécdotas, los cafés, y su música…

En mi camino, conocí otros voluntarios, aventureros curiosos como yo que supieron reunir sus vocaciones con la experiencia de conocer su lugar de origen y pertenencia. El programa de voluntariado permite acercar estas dos realidades. Por un lado, se ocupa de las individualidades y de las elecciones profesionales de cada uno de nosotros, y por otro lado, la posibilidad de descubrir nuevos espacios donde estas elecciones puedan ser realizadas. Es importante destacar que todos estamos comprometidos como miembros y participantes de la misma comunidad.

Todos estos sentimientos se pueden resumir en una frase que me dijo mi madre, “no soy testigo, sino heredera”. Siento que tuve la oportunidad de experimentar ambas cosas; testigo de algo que desconocìa y heredera de una tradiciòn que me enorgullece.

Estos sentimientos me permiten separarme del profundo dolor que hemos heredado, pero abrirme a la justicia y a la esperanza. Me da esperanza y me conecta con otros que, hasta este viaje, solos somos extranjeros con los que compartí esta experiencia, y ahora son ellos en quienes veo mi reflejo.

check
El mensaje fue enviado exitosamente
close
check
¡Gracias por enviar tus documentos!
close
check
Gracias por suscribirte a nuestro boletín
close
check
close