Gyumri me robó mi corazón

Ani Pirinjian

San Francisco, CA, Estados Unidos

Antes de empezar mi viaje, me dieron la oportunidad de pasar una parte de mi programa de voluntariado de Birthright en Gyumri. Acepté empezar mi viaje en Gyumri con el pensamiento que, de no haber vivido en la nieve antes, el invierno iba a ser increíblemente duro y que no me iba a quedar más tiempo que un mes. No pude estar más equivocada. Nunca esperé amar Gyumri tanto como lo hago ahora. Tengo que admitir, fue difícil acostumbrarse al estilo de vida, y la nieve, cuando recién llegué. Pero, siendo una hablante fluida de armenio occidental, empezar mi programa por Gyumri fue la mejor decisión. El dialecto que se habla en Gyumri es muy similar al dialecto del armenio occidental, haciéndose más fácil acostumbrarme de inmediato.

Una de las razones por las que me encantó tanto Gyumri fue la gente. Mi casa de familia consistía simplemente en mi madre anfitriona y yo. Era claro para mí que ella quería ayudarme a mejorar mi experiencia. Durante la cena, ella me enseñaba regularmente sobre la historia y la cultura armenia. Me encantaba escuchar sobre esos temas desde su perspectiva. Gyumri es famosa por su arte y humor. Mi madre anfitriona incluso me llevó a una amiga y a mí al teatro una noche. Fuimos al Concierto del 25 Aniversario de la Orquesta Sinfónica del Estado de Gyumri. Fue notable ver a la orquesta actuar en vivo y realmente capturò por qué Gyumri es famoso. Fui afortunada de crecer tan cerca de mi madre anfitriona. La hospitalidad y el amor que sentí alrededor de los locales en Gyumri es verdaderamente incomparable.

También, sentí amor conociendo a los locales que trabajaban en mis lugares de trabajo. En Armenian Caritas, creé y ejecutè una campaña de marketing en torno a historias de éxito simples. Caritas es un programa sin fines de lucro que ayuda a grupos en riesgo como jóvenes, ancianos y discapacitados. Fue fascinante sentarme con los locales a escuchar sus historias y cómo Caritas los ayudaba por años. También, enseñé clases de inglés en Shirvanian Youth Center. Fue divertido conectarme con chicas en mi clase. Les expliqué cómo vine de San Francisco para ser voluntaria en Armenia. Fue claro que tener esa conversación con ellos realmente abrió sus ojos a sus posibilidades que tienen sus futuros. Mi tercer trabajo fue en Dogs of Gyumri. Estaba nerviosa de empezar esta pasantía porque no estaba segura qué esperar. Rápidamente, me enamoré con la organización. Interactuar con perros, las familias adoptivas y veterinarios eran experiencias que nunca pensé que iba a tener. Me siento agradecida por los locales que conocí en Gyumri,

Fue insanamente difícil el momento de separar caminos con Gyumri. Me fui sabiendo que sin importar dónde estoy en el mundo, Gyumri siempre va a ser considerado un hogar para mí. Estoy ya planificando mi próxima visita a la ciudad que tiene mi corazón.

Estaba ansiosa por tener tres lugares de trabajo, porque soy una persona que le gusta estar ocupada lo máximo posible.

Fue divertido enseñar inglés a jóvenes. Las chicas estaban emocionadas de escuchar cómo vine de San Francisco a trabajar en Gyumri. Finalmente, Dogs of Gyumri fue una experiencia extremadamente divertida.

Esencialmente, no tengo nada más que buenas cosas para decir sobre Gyumri.

Tuve una experiencia increíble en Gyumri. Admito que fue difícil adaptarme al estilo de vida ahí cuando recién llegué. Pero, luego de acostumbrarme al ritmo allí, empecé a amar la ciudad. Los tres trabajos fueron interesantes y divertidos para ser voluntaria. Me gustó tener una variedad de focos en el trabajo que estaba haciendo. También, me encantó mi madre anfitriona. Viniendo a Gyumri, escuché a la gente que vive ahí lo extremadamente amorosos y hospitalarios que son. Sí, sigo estando maravillada de lo amorosos que son. Fui muy afortunada de estar cercana con mi madre anfitriona. Ella estaba orgullosa de llamarme hija a mí, lo que me hacía sentir muy amada. Si bien desearía que hubiera un grupo más grande de voluntarios en Gyumri durante mi tiempo allá, pude vincularme con el pequeño grupo que estaba. Tener más voluntarios hubiera sido una experiencia más aventurera en esta ciudad. En general, realmente amé el tiempo que tuve en Gyumri.