Ciudad del vino

Ani Pirinjian

San Francisco, California, Estados Unidos

Cuando Birthright Armenia nos envió por correo electrónico el horario de nuestra excursiòn de 4 días en Artsakh realmente no lo miré.

Cualquiera que haya hecho la excursión de Artsakh no puede dejar de hablar de lo increíble que fue; así que sabía que sin importar lo que dijera el programa, iba a ser una experiencia memorable. Tuvimos 4 días muy ocupados y divertidos. En nuestro primer día en Artsakh, terminamos con la cena y algo de tiempo libre en el centro de la ciudad, o eso creía. Cuando regresamos al ómnibus, asumí que nos estábamos dirigiendo a nuestras casas por la noche. Me había olvidado enteramente sobre la Mafia del Vino.

El ómnibus paró, y fuimos divididos en grupos. Cada grupo recibió una infame botella de 2 litros de coca llena con vino. “Tu objetivo es encontrar una familia con quien disfrutar este vino y regresar al ómnibus con la botella vacía.” Estaba tan confundida. ¿Las familias sabían que estábamos yendo? ¿Querrían tomar vino con voluntarios random que tocaran su puerta? Esto no podría andar en E.E.U.U. Con mi grupo, agarramos la botella y empezamos a tocar puertas. La primera puerta que tocamos la señora amablemente nos dijo “Este edificio son casas de grandes, les sugiero que vayan a otro edificio.” ¿La segunda puerta que tocamos? Botamos. Era la casa de una señora que enseñaba a niños de 5 años en la escuela. Ella tenía dos de sus amigas para el té. Nos colamos completamente a su fiesta de té. Ella nos dio la bienvenida e inmediatamente nos dio pantuflas para ponernos. Desde el minuto que entramos a la casa, la hospitalidad de la abuela era irreal.

Mientras estábamos disfrutando nuestro vino y conociendo a las 3 abuelas, el timbre sonó y ¡era otro grupo de Birthright Armenia! La abuela estaba sorprendida de saber que nos conocíamos unos a otros, así que le explicamos cómo somos armenios de la diáspora acá con Tebi Hayek y que estábamos teniendo una excursión en Artsakh con aproximadamente 60 voluntarios. Ella se congeló y preguntó, “¿ustedes creen que 60 personas pueden entrar en mi casa justo ahora?” Fue hilarante.

Nos ofrecieron muchos obsequios extra aparte del vino e insistieron en darnos halva y chocolates para llevarnos cuando nos despidiéramos. Disfrutado vino con las 3 abuelas y escuchando sus historias fue absolutamente un destacado de mi viaje entero en Birthright Armenia. Espero que todo el mundo tenga la chance de disfrutar vino con algunos locales durante su tiempo en Armenia.