Armenio es la primera lengua que aprendí

Armen Garibian 23 (Suiza, Geneva) sabe armenio gracias a su abuela quien le enseñó a hablar, escribir y leer en armenio. Aparte de la lengua, su abuela le enseñó a cocinar comidas armenias. Toda la familia usaba el armenio en su casa y preservaba las tradiciones armenias, como comer mante en la Navidad Armenia. Nacido y crecido en Suiza, Armen decía que la comunidad armenia jugó un rol esencial en toda su vida. Como parte de la comunidad, su familia encontró importante estar inmerso en el entorno armenio y criar niños con un foco en la identidad armenia.

Armen empezó la escuela armenia Topalian a los tres años de edad y finalizó cuando tenía 13. La escuela le daba clases todos los miércoles de historia, cultura, lengua armenia, u otros aspectos de la identidad armenia. Más aún, él iba a una iglesia armenia donde podía hacer armenios para toda la vida. Luego, se volvió el capitán del club armenio de ajedrez por cuatro años. Todos estos compromisos hicieron sentir a Armen conectado con sus raíces armenias.

Armen tiene muchos intereses y pasiones que trató de hacerlos parte de su vida día a día. Antes de entrar a la universidad, Armen jugaba al violín y fue a una escuela de informática, donde estudió programación y desarrollo. Pero ese no es el fin de la historia. Él hizo artes marciales y estuvo trabajando como bombero. En cuanto a los estudios académicos, él decidió estudiar biología y empezó a estudiar en la Universidad de Geneva.

Armenia era muy familiar para Armen, ya que solía visitarla como turista cada verano y asistía a TUMO Center for Creative Technologies en Yerevan a los 16 años de edad, donde estudió programación. Luego, en dos años, volvió a TUMO. Esta vez para servir como voluntario. A la edad de 18 años, Armen asistió a clases de desarrollo de juegos.

¿POR QUÉ BIRTHRIGHT ARMENIA?

“Estaba siendo voluntario desde enero hasta junio. Mi madre me sugirió que solicitara aplicar para el programa de Birthright Armenia, que supe que era una gran idea para escapar de las estrictas restricciones del COVID-19 en Europa, especialmente, en Suiza. Armenia estaba abierta en ese tiempo, todo iba en orden a diferencia de Suiza, esa fue una de mis principales razones por las que vine acá.” Armen hizo voluntariado en Armenia por cuatro meses, él pasó sus primeros dos meses en Gyumri trabajando como profesor de inglés y biología. Él pasó sus otros dos meses en Yerevan trabajando en el jardín botánico contando semillas y ayudando al staff. Al mismo tiempo, él tuvo otro lugar de voluntariado en el Ministerio de Situaciones de Emergencia como bombero. Armen dijo que le encantaron todos los lugares de trabajo pero su favorito fue su último lugar de trabajo, donde el salvaba personas, trabajando de mano en mano con sus compañeros y explotando la cultura de trabajo de armenia desde adentro.