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Armina Bagradjans
participant
06 Mar, 2020

“Armina, hayeren josir” - una papa alemana en la tierra del amor y el calor

5 min

Perdón, sireli Hayrik, por hacerte decir esta frase capaz 172346523476934759238216347 veces por 26 años. - “Si vos entendes en alemán, ¿por qué debería repetirtelo devuelta en armenio?

Hablar en armenio nunca fue fácil para mí. Era agotador, cansador y simplemente molesto. El alemán era simple. Era la lengua que manejaba a la perfección, que encontraba fácil para hablar, que “relajaba mi lengua” y con el que podía expresar actualmente mis pensamientos. Entonces, ¿por qué hablar en armenio si no podía siquiera contar lo simple de las situaciones de cada día con esta lengua? La respuesta de mi padre siempre era: “Porque es tu lengua madre. Porque es importante que la mantengas viva, que ya se habla con poca frecuencia, y lo más importante porque sos armenia.” - Bueno, ese era el problema. ¿Soy armenia? Sé que tengo raíces armenias. Pero, ¿qué realmente me hacía ser armenia= ¿Qué significa? Nunca tuve el deseo de buscarle la respuesta. Me sentía principalmente alemana y estaba completamente de acuerdo con eso. Además, siempre me había considerado una ciudadana del mundo y rechacé el patriotismo. Entonces, ¿por qué cambiar eso? Usualmente, me preguntaba esto y no sabía la respuesta. Ahora, sé que no se trata de “cambiarme” a mí misma. Se trata de “completarme” a mí misma. Suena bien dramático, lo sé. Sin embargo, es apropiado. Incluso cuando realmente no podía admitirlo, lo sentía profundamente en mi corazón - sí, ahora empieza a ponerse cursi - faltaba una pequeña pieza del rompecabezas que me convertía en quien realmente soy.

Sin embargo, apliqué para Birthright Armenia - no necesariamente porque quería embarcarme en un viaje emocional de autodescubrimiento, sino porque mi hermano lo hizo dos años atrás y sentía que las personas eran buenas allá. También, necesitaba un cambio luego de siete años en la Universidad de Derecho. Y ¿a quién no le gusta viajar, conocer nuevas personas, explorar nuevas culturas y aprender nuevos idiomas? Más aún, siempre estuve interesada en defender los derechos humanos y de las mujeres. Entonces, pensé en abordarlo racionalmente, Primero, voy a trabajar con la Asamblea de Ciudadanos de Helsinki ONG, y trabajé en el campo de los Derechos Humanos y luego, hice una pasantía en una firma jurídica de derecho corporativo y adquirí experiencia en mi dominio profesional. Una vez en Armenia, resulta que era imposible cumplir con un enfoque racional y emocionalmente desinteresado. Ya en las primeras semanas estaba abrumada por el amor y la calidez que recibí y me fue difícil de lidiar con todo ello. ¿Dónde debería poner esta bondad, todo este amor? Mi corazón sentía como un globo lleno de helio que quería salir volando de mi cuerpo. Pero también, aparte del hecho que no estaba acostumbrada a mucho amor - especialmente de completos extraños - no me sentía como perteneciente a este país, a esta gente. La única cosa que teníamos en común era la lengua - incluso, al principio (o la mayoría del tiempo) ellos se debían reír de mi acento o mi vocabulario. Saber el idioma fue en realidad mi boleto a este mundo, me dio un mejor acceso a la gente. Empecé a tener conversaciones largas y profundas con diferentes personas y, paso a paso, empecé a entender este país, su cultura y a su gente un poco mejor. Esto me motivó más a desarrollar mis habilidades de idioma… bueno eso y el hecho que quería finalmente entender todas estas señales de tránsito. ;)

Honestamente, mis viajes previos a Armenia fueron mayoritariamente decepcionantes e incluso tristes. Solo me daba cuenta una y otra vez lo que estaba mal en Armenia: cuán antiguas son las personas, qué tan mal está el gobierno acá, que´tan mal se ven las casas y los caminos. Ahora, empecé a ver todo diferente, cuánta fuerza y esperanza tiene la gente, cuán bien fue reconstruido este país luego de varios golpes bajos (terremotos, cierre de fronteras por países vecinos, guerras, etc. etc.) y parece finalmente que un “Buen chico” está en el poder. Mi perspectiva de este país cambió completamente. Ya no es juzgar, sino comprender. Ahora, entiendo mejor por qué las personas son de esa forma. Por ejemplo, el por qué tienen tanto miedo de algo nuevo. Y ahí es donde empiezo a sentirme responsable. Responsable porque me di cuenta que depende de mí también contribuir a un desarrollo positivo. Puedo mover cosas de lugar. Y por primera vez, no me sentí decepcionada cuando volví de Armenia. Estaba llena de esperanza. Porque ví que hay un desarrollo en progreso y hay un montón de potencial no abierto que necesitamos cambiar para el éxito.

Sin embargo, no voy a endulzar todo. Ciertamente tuve malas experiencias también. Y cada vez, estaba sorprendida de mí misma que no rompiera mi espíritu. Que no me defraudó del todo y que no perdí la esperanza. Creo que fue por mi actitud. No quería estar decepcionada. No quería dejar de tener esperanza. Quiero y creo que puedo generar un cambio. ¿Y eso de alguna manera no me hace armenia? ¿El hecho que el país y su desarrollo se volvieron importantes para mí? Al menos me siento “más armenia” a través del tiempo que pasé allá y las contribuciones que hice. Entiendo mejor y me entiendo mejor a mí misma. En general, fue un viaje emocional de autodescubrimiento y estoy más que feliz por eso.

Entonces, GRACIAS Hayrik jan por nunca haber estado lo suficientemente desesperado en dejar de intentar que yo hable armenio. GRACIAS por las 172346523476934759238216347 veces en 26 años.


Armina Bagradjans

Alemania, 2019


Créditos de la foto: Benjamin Dubuis

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